López Cuenca y el arte político

Rogelio López Cuenca disecciona en No(w)here la fragmentación y falsedad de la representación de la realidad

Instalación. Rogelio López Cuenca.

Colegio de Arquitectos de Málaga. Paseo de las Palmeras del Limonar, s/n. Hasta el 30 de noviembre de 1998.

Con todos los matices que se quieran, determinados tanto por el distinto grado de radicalidad de la propuesta como por los cambios acaecidos en los medios empleados para llevarla a cabo, la trayectoria entera de Rogelio López Cuenca (Nerja, 1959) desde principios de los ochenta, cuando formaba parte del colectivo Agustín Parejo School, hasta hoy, para ser cabalmente comprendida, necesariamente debe vincularse a dos de las tradiciones que mejor definen el espíritu contemporáneo anterior a la posmodernidad: la representada por los llamados filósofos del desenmascaramiento, Nietzsche, Marx y Freud, aunque en su caso la relación con el autor de los Grundrisse es mucho más estrecha, y la que encarna la vanguardia artística del primer tercio de siglo, si bien esta última, como de modo magistral subrayó Peter Bürger hace veinticinco años, entendida principalmente en su dimensión de ataque al status del arte en la sociedad burguesa, esto es, en cuanto que impugna la institución arte en su separación de la praxis vital de los hombres. Sin embargo, y salvando las naturales distancias, como también puso de manifiesto el mismo estudioso al referirse al caso paradigmático de Beuys, la dificultad de comunicación de López Cuenca con sus coetáneos estriba en que, por la radicalidad general de su planteamiento, cuya meta no es otra que devolver el arte a la praxis vital, pertenece más a la constelación de la vanguardia histórica, precisamente en una época en que la vanguardia hace ya mucho tiempo que ha terminado.

Este carácter utópico, que convierte la actitud de López Cuenca ante el hecho artístico en un puro desiderátum, aun cuando pueda parecer paradójico, se halla en la raíz de su incómoda actualidad y, por supuesto, le confiere un insobornable trasfondo ético. En No(w)here, una instalación especialmente concebida para el espacio donde se expone y cuyo título ambivalente remite a las profundas contradicciones de índole político-social que atenazan hoy al mundo desarrollado, encontramos las principales preocupaciones que han definido el trabajo de López Cuenca en los últimos años: la diversidad de medios a los que recurre el artista para expresarse, borrando así cualquier frontera entre los géneros; el uso natural e irónico del «apropiacionismo»; la polisemia e interrelación de los mensajes; la fragmentación del discurso, correlato de la propia atomización y descentramiento de lo real; la reflexión crítica sobre la manipulación intrínseca a los lenguajes publicitarios y sobre la falsificación implícita a las representaciones de la realidad; la oportunidad, en fin, aunque sea a contracorriente, de un arte político, ideologizado, en este caso atento a fenómenos contrarios en el espacio común europeo: multiculturalismo, mestizaje y xenofobia.

©Enrique Castaños Alés

Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 21 de noviembre de 1998

 

Nota: la versión para la web de No(w)here, puede consultarse en www.lopezcuenca.com