Escribir con la luz

Fotografía. Abbas.

Sala Alameda. Málaga. C/ Alameda Principal, 19. Hasta el 13 de octubre de 2002.

Próximo a una manera de entender la fotografía que se enmarca dentro de lo que se ha convenido en llamar la «crisis del reportaje» y la «perennidad del testimonio», el fotógrafo de origen iraní Abbas, nacido en 1944 y miembro de la agencia Magnum desde 1981, está convencido de que tanto la fotografía de reportaje como la fotografía documental deben adoptar los estilos narrativos propios del formato de la televisión si aspiran a superar las fórmulas estereotipadas que los atenazan. Lejos de caer en una actitud sumisamente acrítica o en una retórica idolatría de la imagen, las fotografías de Abbas tratan de capturar la realidad con una notable dosis de neutralidad y de objetividad, sin caer en la trampa que suelen tender hoy día las ideologías nacionalistas y religiosas o en el chantaje de un fácil sentimentalismo.

A pesar de que las 99 fotografías realizadas en gelatina de plata que integran la muestra Visiones del islam constituyen sin duda un simbólico homenaje a los noventa y nueve nombres de Alá, así conocidos según una tradición que se hace remontar a Abú Hurayra en el siglo VII, no por ello estas imágenes transmiten una visión de exaltación islámica, sino que, dentro de un profundo respeto hacia esa creencia religiosa monoteísta, exponen casi con una intención documental antropológica la variada secuencia de costumbres y comportamientos propios de la actual sociedad islámica, desde determinadas comunidades de la ciudad andaluza de Granada hasta Tombuctú, desde Argel y Marraquech hasta lejanas provincias del Asia Central y de China. El denominador común de estas limpias imágenes en blanco y negro y de meditados encuadres es un estudiado uso de la luz, acentuando unas veces los contrastes y matizándolos otras, pero siempre con una rara especie de nobleza y respeto en la mirada que se dirige hacia el ser humano, sea de la condición que sea.

© Enrique Castaños Alés

Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 3 de octubre de 2002