De geometrías y entrecruzamientos

Pintura y objetos. Alfredo Alcaín.

Galería Alfredo Viñas. Málaga. C/ José Denis Belgrano, 19. Hasta el 12 de mayo de 2008.

 

Cualquier aficionado sabe que Alfredo Alcaín (Madrid, 1936) es un histórico del arte pop en España. La aclimatación de ese lenguaje específicamente anglosajón, siempre fue difícil y controvertida en un país que, durante los sesenta y setenta, distaba mucho de alcanzar Alfredo Alcaín. LA CASA AZUL. 2003. Gesso / madera. las cotas de desarrollo y de bienestar social propias de las sociedades industriales del capitalismo tardío. Pero Alfredo Alcaín, más todavía que en el caso del Equipo Crónica, supo salvar esos obstáculos con una buena dosis de ironía y de humor. Al principio de su carrera su compromiso político le hizo adscribirse a lo que se llamó entonces la «figuración narrativa» y el «reportaje crítico-social». Sin embargo, siempre mostró una peculiar atracción por los objetos, una influencia que muy probablemente le vino del «assemblage» estadounidense, de Jasper Johns y de Robert Rauschenberg, pero también, aunque sin su componente truculento y antisistema, del «schocker-pop», especialmente de Edward Kienholz. Otra característica permanente suya es la finura de sus composiciones, la sutil elegancia, el sentido decorativo culto, las referencias veladas a las épocas artísticas y a los creadores que admira.

Las obras que ahora expone, pertenecientes a los últimos cinco años de su producción, se distinguen, de un lado, por su entrega a los entrelazos de la línea y del arabesco geométrico, que en ocasiones podría evocar la labor de la azulejería islámica, pero que en realidad parten de ciertos fondos de las pinturas de Domenico Gnoli de finales de los sesenta, reproduciendo el dibujo y el diseño de los tejidos. Ello es muy evidente en obras como Entrecruzados azules. Pero Alcaín introduce de vez en cuando, como hemos dicho, la ironía, la nota epigramática. Eso es lo que hace, por ejemplo, en La casa azul, cuyo diminuto tamaño en la inmensidad del campo parcelado es un guiño a la imaginación. En cuanto a las diversas piezas escultóricas, realizadas con gesso, tienen algo de mirada irónica a algunas de las más conspicuas obras conceptuales de los setenta, por ejemplo las de Bernd y Hilla Becher.

© Enrique Castaños

Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 16 de mayo de 2008