Al otro lado del espejo

Diversas técnicas. Elena Blasco.

Sala Alameda. Málaga. C/ Alameda Principal, 19. Hasta el 5 de mayo de 2002.

Al menos desde mediados los ochenta, que es cuando su presencia se hace más firme y constante en el panorama artístico madrileño, la actitud de Elena Blasco (Madrid, 1950), tanto Elena Blasco. " La danseuse ". 1997. Plástico y tul. 220 x 110 80 cms. por su carácter pionero como, sobre todo, por su talante desenfadado y su indiferencia hacia el halago y las posiciones de privilegio, se ha ido haciendo progresivamente incómoda para un sector influyente de la crítica, que no sólo continúa sin reconocerle su papel de adelantada en muchos aspectos, sino que ha tratado de ningunear su original contribución.

Muy próxima al neoconceptual, es innegable que en su obra pueden rastrearse elementos dispersos procedentes de la neovanguardia, sobre todo del neodadaísmo y del pop. Empleando una gran variedad de materiales y de técnicas, aunque tanto los plásticos y los materiales sintéticos, el acrílico y, más recientemente, la fotografía, son los más frecuentes, toda la creación de Elena Blasco parece por un lado llevar a cabo un análisis y disección crítica del estilo burgués de vida, y, de otro lado, rememorar sin sombra alguna de nostalgia episodios y particularidades de la infancia perdida. El uso del plástico, así como la representación de interiores y signos identificadores burgueses, casi con toda seguridad están aludiendo a la homogeneización, trivialidad y artificialidad del modo de vida de las sociedades postindustriales, en las que cada vez hay menos tiempo para la reflexión, el sosiego y el análisis. Los juguetes infantiles, por su parte, y que por su condición de mujer están claramente relacionados con el universo femenino, nos hablan de la dificultad del candor y de la inocencia en la edad adulta, pero también del lastre de los roles adquiridos.

Los principales instrumentos de su indagación son la ironía y el sentido del humor. La primera, con su burla fina y disimulada, es el modo más inteligente de acercarse a una realidad desquiciada y en muchos aspectos ininteligible. Complemento de la ironía es el humor, que cuando sabe emplearse es porque acostumbra a estar basado en una sana e higiénica disposición para no tomarse uno a sí mismo en serio. Tales son las herramientas del espíritu que pueden observarse por doquier en esta completa muestra, en la que se ha reunido un sólido conjunto de piezas sueltas e instalaciones correspondientes a los últimos quince años de la producción de Elena Blasco, una autora cuya atrevida propuesta tiene el inoportuno aliciente de zarandear el prolongado letargo en el que estamos sumidos.

©Enrique Castaños Alés

Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 18 de abril de 2002