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Imágenes sobre papel El Palacio Episcopal acoge una nutrida selección de obra en papel de los fondos del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo Pintura, grabado y fotografía. Obra en papel del CAAC. Palacio Episcopal. Málaga. Plaza del Obispo, s/n. Hasta el 31 de mayo de 1999. Cuando en marzo de 1997 tuve ocasión de comentar en estas mismas páginas las adquisiciones realizadas por el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) en el periodo 1992-96, expuestas también entonces en las salas del Palacio Episcopal de Málaga, llamé la atención acerca de la heterogeneidad y clamorosos vacíos perceptibles en los fondos del CAAC, a mi modo de ver perfectamente explicables si tenemos en cuenta, de un lado, la extraordinaria variedad y eclecticismo de las propuestas artísticas españolas y extranjeras durante el segmento temporal —los años ochenta y noventa— acotado por la comisión técnica encargada de las compras como núcleo principal de la colección, y, de otro, los avatares políticos, fundamentalmente traducidos en limitaciones presupuestarias y dispersión de criterio, que han condicionado al Centro desde su inauguración, además de las naturales carencias en un organismo todavía muy joven. Sin embargo, estas y otras restricciones que también pueden aducirse, no me parecen razones suficientes para desacreditar el esfuerzo institucional realizado hasta ahora, por mucho que se esté de acuerdo en que ciertas cosas deben ser mejoradas, sobre todo el presupuesto disponible y unos criterios sólidos acerca de qué colección quiere finalmente hacerse. En el caso más que probable de que se continúe apostando por piezas fechadas a partir de los ochenta, resulta evidente, salvo en las producidas por autores consagrados, la falta de perspectiva histórica y de la criba natural que siempre realiza el paso del tiempo, circunstancia que hace sin duda inevitable la ausencia de consenso y la polémica entre los especialistas, los galeristas y el público aficionado. En cuanto a la obra en papel procedente de los fondos del CAAC que se exhibe como colofón de las interesantes jornadas sobre coleccionismo artístico organizadas hace dos semanas por la recién creada Asociación Mediterráneo Sur, todas las piezas, menos las del alemán Dokoupil, la cubana Marta María Pérez y el neoyorkino Andrés Serrano, son de autores españoles —aunque nacida en Viena, Eva Lootz lleva mucho tiempo entre nosotros— pertenecientes a generaciones y tendencias estilísticas muy distintas, desde el informalismo y el pop hasta la abstracción geométrica, el conceptual y la neofiguración. Entre las 61 obras expuestas, marcadas como digo por su desigual factura y dispar procedencia, merecen destacarse dos espléndidos grabados de Juan Manuel Caneja, un pintor de gran sensibilidad que progresivamente fue despojando todo lo superficial, las piezas de Broto, C. Iglesias, S. Solano, F. Torres, J. Teixidor y D. Villalba, y las fotografías de los mencionados Marta María Pérez, quien convierte su propio cuerpo en una particular forma de expresión artística que a su vez es una decidida alternativa al tradicional documentalismo e indigenismo de la fotografía latinoamericana, y A. Serrano, cuya obra muestra una clara preocupación por los problemas del sexo y la muerte y está llena de un perturbador simbolismo.
©Enrique Castaños Alés Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 22 de mayo de 1999
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