Inmersión en la propia intimidad

Pintura y dibujo. Cristina Cañamero. Viaje al fin de la noche.

Centro Cultural Provincial. Málaga. C/ Ollerías, s/n. Hasta el 7 de marzo de 2008.

La pintura de Cristina Cañamero (Campillos, Málaga, 1970) procede directamente del pop. El pop, como es bien sabido, es un lenguaje de la neovanguardia específicamente anglosajón, pero que ha influido en muchísimos otros lugares, entre ellos España desde Cristina Cañamero. "Intimidad", 2007. Pintura plástica al látex y óleo sobre lona azul. 120 x 105 cm. finales de los sesenta, aunque de un modo un tanto forzado, pues no se daban las condiciones económicas ni sociales para ello. Ahora bien, el que la obra de Cristina proceda genealógicamente del pop no significa que sea estrictamente una artista pop. De este lenguaje ha recogido sobre todo la técnica, el uso de colores planos, la definición de los contornos, la presencia de la figura humana, pero ha ido progresivamente obviando el lenguaje de los medios de masas, la temática consumista, la seriación y multiplicidad de las imágenes. En este sentido, Cristina Cañamero tiene una particular tendencia romántica hacia lo íntimo, hacia el ámbito de la soledad individual. Al mismo tiempo, le interesa la comunicación, la relación entre los seres.

Esta muestra que ofrece ahora explora esos territorios. Y lo hace desde el conocimiento preciso de determinadas obras literarias, del impacto que esas creaciones han tenido en su espíritu. Es ya de por sí significativo el título de la exposición, señal de la conmoción que ha debido causarle esa inmersión en el horror que es la novela de Céline. Antes de empezar el relato, Céline advierte que el viaje del que va a hablar es por entero imaginario, y que va de la vida a la muerte. Cristina bucea en las profundidades del yo, pero, en cambio, se detiene, sorprendentemente también, en la ternura. Influencia, seguro de otras lecturas, de otras experiencias menos desastrosas. El azul de sus composiciones, el efecto como de negativo fotográfico, evocan las «Antropometrías» de Yves Klein, que se movía en los aledaños del pop, pero que abrió caminos muy fértiles al conceptual. Estos mismos cuadros de Cristina, con tres o cuatro veces más su tamaño y suprimiéndoles las palabras punteadas, hubiesen logrado quizás una contundencia plena.

© Enrique Castaños Alés

Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 1 de febrero de 2008