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La silenciosa entrega a la pintura Pintura. Antonio Cantero Tapia. Galería Nova. Málaga. Paseo de Sancha, 6. Hasta el 22 de junio de 2005. La nota más visible de cada una de las exposiciones de Antonio Cantero (Málaga, 1957) es la superación respecto al trabajo anterior, el empleo más suelto de los pigmentos, la mayor precisión en el toque, la depuración creciente de los innecesarios motivos anecdóticos, el alejamiento completo de cualquier tipo de costumbrismo localista, la preocupación por captar los efectos de luz y de atmósfera, el equilibrio entre la claridad del dibujo y la expresión del color. Siendo como es un pintor tradicional, tanto en la técnica como en los temas, sin embargo tiene óleos, como uno ocupado en toda su parte inferior por la arena de la playa, en los que aflora una cierta vocación experimental, o al menos de ser más sutil en el empleo de los tonos y de los matices, o bien hay otros en los que cuida mucho el encuadre, preocupándose de que la perspectiva tenga la suficiente coherencia y unidad, aunque sin caer nunca en el detalle, en la elaboración minuciosa y excesivamente prolija. Eso puede comprobarse en sus tres temáticas principales: los paisajes, las perspectivas urbanas y las vistas de la bahía de Málaga y de algunos rincones pintorescos del litoral. En los cuadros mejor resueltos sobresale siempre la soltura de ejecución, el empaste con que el color ha sido aplicado en algunas zonas, sobre todo en el cielo y en las copas de los árboles, con abundante recurso de la espátula, la luminosidad y claridad del ambiente, las delicadas armonías cromáticas, especialmente felices en los paisajes campestres del interior de la provincia, el disolverse las casas y las montañas en las brumas de la lejanía. La pintura de Antonio Cantero está realizada directamente sobre el motivo, observándolo con atención y tratando de captar la sensación visible. Por algunas de las composiciones expuestas podría aventurarse que quizá se interne en una progresiva disolución de la materia y una gradual fusión con el ambiente.
© Enrique Castaños Alés Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 3 de junio de 2005
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