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Gestualidad contenida Grabado. Joaquín Capa. Taller Gravura. Málaga. C/ Coronel, 3. Hasta el 23 de abril de 2004. Con una producción casi
exclusivamente gráfica, Joaquín Capa (Santander, 1941) ha demostrado desde
hace bastante tiempo un sólido dominio de las diferentes técnicas del grabado,
especialmente el aguafuerte, la aguatinta, la punta seca y el grabado al azúcar.
Todas ellas aparecen en los últimos trabajos que ahora expone en Málaga, bien
de modo individual o combinando
varias técnicas en una misma obra. Sin embargo, esta maestría técnica no es más
que el cauce para expresar un calculado equilibrio cromático y una distendida
distribución de las masas sobre la superficie. Porque, lo que sin duda distingue el quehacer de este paciente y consumado grabador es su sentido del color y su concepción del espacio. El color se manifiesta mediante manchas irregulares de tendencia claramente informalista, aureoladas de signos, rayones, raspaduras y gestos contenidos que suponen un preclaro orden en un caos aparente. Aquellas manchas, que pueden ser rojas, amarillas, azules o negras, se encuentran relativamente distanciadas unas de otras, circunstancia que facilita la coexistencia de técnicas distintas en una misma plancha. Asimismo, también juega con el grosor de las texturas, las zonas lisas y las más accidentadas, ofreciendo siempre pruebas suficientes de una plena autonomía de los elementos plásticos, liberados del sometimiento a las formas de la naturaleza y partícipes de un lenguaje abstracto en su sentido más puro, esto es, donde la inteligencia y el espíritu se unen para celebrar la inefable armonía secreta del mundo. Los grabados de Joaquín Capa, en último término, parecen poseer aquellos dos ingredientes que se le ha atribuido siempre al arte en las grandes teorías estéticas: una gnosis, es decir, un medio de conocimiento, y una conducta moral.
© Enrique Castaños Alés Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 12 de abril de 2004
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