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Un vanguardista de la fotografía Fotografía. Pere Català i Pic. Archivo Municipal. Málaga. C/ Alameda Principal, 23. Hasta el 31 de octubre de 1998. La
recientemente anunciada colaboración entre Fundación La Caixa y el
Ayuntamiento de Málaga, con el propósito de mostrar de modo paulatino en
nuestra ciudad una nutrida selección de los espléndidos fondos de arte
contemporáneo que posee la entidad catalana y algunas de las exposiciones de
producción propia que organiza cada temporada, entre las que las dedicadas a la
imagen fotográfica tradicionalmente han gozado de una atención privilegiada,
tiene sin duda en esta completísima retrospectiva de Pere Català i Pic
(1889-1971) un suculento prólogo. Antiguo asistente del noucentiste Rafael Areñas, Pere Català abandona muy pronto la estética pictorialista que había caracterizado sus comienzos y desde 1915 se entrega a un tipo de fotografía documental de variados intereses temáticos. Sin embargo, no será hasta su definitivo establecimiento en Barcelona, en 1931, que, con sus atrevidas incursiones en el fotomontaje y en la fotografía publicitaria, acabe siendo una figura clave del movimiento renovador en Cataluña, en cuanto introductor de procedimientos técnicos y lingüísticos directamente relacionados con la vanguardia europea del periodo de entreguerras, en especial el surrealismo, el constructivismo, la Nueva Objetividad, la Bauhaus y el cartelismo publicitario, asimilados de modo muy personal a través de las imágenes de Man Ray, Moholy-Nagy, Heartfield, H. Höch, R. Hausmann, P. Citröen y Cassandre. Con sólo dos de las obras exhibidas sería suficiente para certificar su importancia capital: Aixafem el feixisme (1936), cuyo audaz encuadre y vigor ideológico hacen de este cartel una pieza maestra de la propaganda, sólo comparable al célebre de la paloma herida por la bayoneta fascista de Heartfield, y Desig de vol (1931), entre documental y onírica, metáfora quizás del proyecto de progreso que encarnaba la apenas nacida República española. ©Enrique Castaños Alés Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 25 de octubre de 1998
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