Una soberbia colección

Selección de obras de arte contemporáneo español de los cincuenta y sesenta propiedad de la Fundación "la Caixa".

Pintura y escultura. Arte español en la colección de la Fundación "la Caixa".

Palacio Episcopal. Málaga. Plaza del Obispo, s/n. Hasta el 6 de diciembre de 1998.

Impulsada desde 1983 por el entonces presidente de la Fundación Caixa de Pensions, Josep Vilarasau, la idea de crear una colección de arte contemporáneo propiedad de la entidad, principalmente centrada en obras producidas a partir de los ochenta, aunque también de otros momentos destacados de la neovanguardia, tomó por fin cuerpo en 1985, no dejando desde entonces de crecer en número y mantener el alto nivel de calidad que la distinguió desde un principio, hasta el punto de que las más de 700 piezas de arte español e internacional que en la actualidad constituyen sus fondos casi con toda seguridad forman la mejor y más completa colección privada existente en nuestro país del periodo señalado.

De todo el conjunto, las obras pertenecientes a la plástica española de los cincuenta y sesenta fueron adquiridas en su mayoría durante la pasada década por una comisión de compra en la que jugó un importante papel María Corral, actual directora de la colección y comisaria de esta muestra para la que ha seleccionado 30 piezas, cuya excelencia las hace especialmente representativas del capítulo más señero de nuestra neovanguardia, dominado en los años finales del primero de esos decenios y en los inicios del siguiente por la poética del informalismo característica de la pintura de Tàpies y de los miembros del grupo El Paso, aunque la exposición también ofrece ejemplos de otras corrientes estilísticas, caso del neoconstructivismo de Oteiza, una de cuyas esculturas refleja la rigurosa investigación que llevó a cabo acerca de la desocupación del espacio, de la pintura poético-visual, con un exquisito empleo del collage y donde se aprecian influencias de Rauschenberg, de Ràfols-Casamada, y de los cuadros-objeto, sensibles a problemas de índole social, de Guinovart.

Entre los integrantes del ya mítico grupo El Paso, con el que definitivamente se normalizó el diálogo de nuestros artistas con los lenguajes más avanzados de la escena europea y americana, aparecen representados Saura, Millares, Canogar, Feito y Martín Chirino, todos ellos con obras absolutamente claves de sus respectivas producciones, aunque si tuviese que elegir entre los cinco resaltaría un soberbio desnudo de Saura, de una potencia plástica sobrecogedora, y los cuadros de arpilleras recosidas de Millares, desgarrada crónica, sin concesión alguna a la retórica, del sufrimiento y desvalimiento existencial del hombre. Además de otros autores expuestos que se mueven en la órbita informalista, como José Guerrero, Lucio Muñoz y Gustavo Torner, la cima de la muestra corresponde a mi juicio, al lado de Saura y Millares, a Tàpies, del que se cuelgan cuatro piezas extraordinarias tanto por la economía de medios, cualidades táctiles y secreto conocimiento del uso de la materia, como por la formidable síntesis conceptual que manifiestan.

 

©Enrique Castaños Alés

Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 14 de noviembre de 1998