Fotógrafos de los noventa

Fotografías de Hans Hemmert, Tracey Moffat, Andrés Pinal y Frank Thiel pertenecientes a la colección del Centro Gallego de Arte Contemporáneo

Fotografía. Fotógrafos de los años noventa en la colección del CGAC.

Sala Alameda. Málaga. C/ Alameda Principal, 19. Hasta el 19 de marzo de 2000.

La trascendencia de los noventa en el desarrollo de la fotografía se asienta, en primer lugar, en la consolidación que durante esos años ha alcanzado como género artístico con plenitud de prerrogativas, y, en segundo lugar, en los cambios estilísticos que han afectado a su evolución, entre los que destacan la contaminación y el mestizaje con otros géneros, sobre todo la pintura y la escultura, y el progresivo auge de una línea de trabajo conceptual que recupera parte del espíritu de la neovanguardia de los sesenta y setenta, aunque subrayando en todo momento su condición posmoderna.

Tracey Moffatt. "Up in the Sky" (1997)Las piezas de los cuatro autores incluidos en esta magníficamente montada exposición, pertenecientes todas ellas a la colección del Centro Gallego de Arte Contemporáneo, ilustran de manera nítida las mencionadas transformaciones. Hans Hemmert (Hollstadt, Alemania, 1960) es un escultor con marcada influencia minimalista y conceptual que se sirve de la fotografía como medio primordial de investigación. En su serie Home-Frame I, grandes diapositivas presentadas en cajas de luz, el propio artista aparece fotografiado en el interior de espacios vinculados a su cotidianidad y totalmente recubiertos de una delgada membrana de látex de color amarillo llena de aire, de tal modo que, además de ofrecer una versión en negativo de esos lugares donde resbala la mirada sintiéndose incapaz de aprehender los objetos, nos propone una metáfora de la inestabilidad del sujeto contemporáneo aislado del mundo exterior en el abstracto ámbito vacío de esos perturbadores habitáculos cuasi uterinos. En la siguiente serie, Home-Frame II, la membrana de látex se convierte en una forma escultórica externa que contiene aire y de nuevo al artista en su interior, quien, en su torpe y humorística relación con los objetos, nos habla de la dificultad del contacto con el mundo y el incompleto conocimiento de la realidad. Las enormes fotografías de Frank Thiel (Kleinmachnow, Berlín, 1966) documentan con asombrosa precisión la reconstrucción y gigantesca mudanza urbanística de una ciudad que no sólo es la capital de Alemania, sino el corazón de Europa, una «ciudad que sufre de una sobredosis de historia», lugar de encuentro y laboratorio experimental de toda la cultura de vanguardia en este siglo, y lo hace de una manera muy plástica, incluso muy pictórica, fotografiando los nuevos edificios y el vientre arquitectónico de Berlín casi como si se tratase de retratos. Por su parte, las nada azarosas y cuidadosamente compuestas imágenes de Tracey Moffatt (Brisbane, Australia, 1960) de su serie Arriba en el cielo (1997), nos presentan una realidad fragmentada y rota, fotogramas sueltos de una película interrumpida realizados con una estética documental en la que, paradójicamente, abundan las obsesiones propias y los elementos autobiográficos. Mucho más onírico, fantástico y alucinante es el trabajo, por último, de Andrés Pinal (Vigo, 1969), fotografías de propuestas escultóricas que podrían leerse como fragmentos de un discurso del cuerpo.

©Enrique Castaños Alés

Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 4 de marzo de 2000