Sobre la identidad femenina

Fotografía. Noelia García Bandera. Algo prestado.

Galería Alfredo Viñas. Málaga. C/ José Denis Belgrano, 19. Hasta el 11 de junio de 2007.

 

Con un lenguaje sutil y poético, reinterpretando códigos estéticos provenientes de la pintura del siglo XIX, desde los prerrafaelistas al Noelia García Bandera. "La derrota II".2006.  Fotografía digital / metacrilato. 90 x 130 cm.simbolismo, Noelia García Bandera (Málaga, 1974) aborda en estas bellas y sugerentes fotografías varios asuntos complejos, especialmente dos: la identidad femenina y las ataduras vinculadas a ciertos papeles que tradicionalmente se han asociado a la mujer. Pero lo hace con delicadeza, otorgándole preeminencia a las formas artísticas sobre el contenido ideológico. Encuadres oblicuos y esquinados, ocultamientos y huidas, fugacidades y simulaciones construyen un catálogo de metáforas en torno al deseo, a la recuperación del yo y a la propia libertad en parajes naturales, o bien en callejones y edificios ruinosos, estableciendo de este modo un agudo contraste entre lo caduco y lo nuevo. Pero el traje de novia, símbolo tradicional de pureza, es aquí sobre todo un elemento asociado a un papel impuesto, del que la mujer quiere liberarse.

Los títulos de las obras están íntimamente relacionados con su contenido. En cierto modo la muestra comienza con Autorretrato con velo, una secuencia de imágenes en las que la propia autora oculta su rostro, queriendo desembarazarse de aquello que le impide abordar la realidad. Muy bellas son las imágenes de El atajo y La derrota, con una asombrosa gama de blancos y una estructura geométrica cuya solidez arquitectónica hace aún más visible la fragilidad de la protagonista. En La sirena, por el contrario, hay evocaciones a la Ofelia muerta de Everett Millais, aunque invirtiendo ahora la posición del cuerpo y rodeándolo de una masa de agua cristalina, donde los movimientos no serán constreñidos por nadie. Pero todavía lleva el traje, ese traje que simboliza el peso de todo un pasado histórico, el cual debe ser arrancado sin causar sufrimiento.

© Enrique Castaños Alés

Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 25 de mayo de 2007