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Grabados del sur de Suecia Un grupo de grabadores residentes en la ciudad sueca de Malmö presentan sus últimos trabajos. Grabado. Colectiva. Taller Gravura. Málaga. C/ Coronel, 3. Hasta el 24 de noviembre de 2000. Con esta exposición el taller Gravura que dirige Paco Aguilar quiere dar a conocer recientes investigaciones llevadas a cabo en la técnica del grabado por parte de un grupo de artistas gráficos residentes en Malmö y Lund, ciudades ambas del sur de Suecia. La nómina está formada por el madrileño Manuel Calvo, la húngara Magdolna Szabó y los suecos Marie Anderson, Maria Borgström, Arnold Hagström y Andreas Nordström, todos ellos con edades comprendidas entre los treinta y cuarenta años, formados en la prestigiosa Östra Grevie Folkhögskola, fundada en Malmö por Bertil Lundberg, y que en la actualidad son miembros activos de Grafikernas Kollektivverkstaden, un taller colectivo de grabado de esa ciudad nórdica. Junto a la serigrafía y las técnicas tradicionales del grabado, observamos un interés por experimentar con distintos procedimientos fotomecánicos por los cuales la fotografía se traspasa a la plancha, para después imprimirla como si se tratase de un grabado normal. Para ello, o bien usan una matriz de fotopolímero, que no es más que una lámina sensible a la luz donde queda grabado en bajorrelieve el motivo que después se imprime, o bien emplean el llamado Riston film, esto es, una película que se pega o adhiere a la plancha, inventada en su momento para hacer determinados circuitos eléctricos de los automóviles, pero que funciona perfectamente para el grabado, pues la película es también sensible a la luz. Magdolna Szabó expone varias serigrafías caracterizadas por el empleo de áreas yuxtapuestas o superpuestas de color plano, principalmente amarillo, negro, blanco y verde oliva, en las que investiga sobre la interactividad del espacio plástico. La obra de Marie Anderson, que sí se vale decididamente de los mencionados procedimientos fotomecánicos, con efectos parecidos a la técnica de la aguatinta, está protagonizada por personajes femeninos inmersos en un paisaje de vagas resonancias neorrománticas. Muy similar a la anterior es la producción gráfica de Maria Borgström, quien prefiere centrar su trabajo tanto en perfiles de figuras femeninas, directamente extraídas de cualquier revista, como en imágenes de mujeres donde destacan singularmente el rostro y las manos, estableciendo un diálogo poético con indudables atisbos de introspección psicológica. De todos los artistas incluidos en la muestra, Arnold Hagström, con unas piezas donde se combinan la técnica serigráfica y la aguatinta, en ciertos casos quizás a partir de una base de monotipia, es quien concede mayor importancia al uso del color, cuya gama de violetas, rojos, verdes, rosas y amarillos le sirven para rellenar zonas de color plano con las que da forma a sus objetos predilectos: flores, limones y cráteras griegas, estas últimas con figuras negras sobre un fondo malva colocadas a su vez sobre un fondo de vivos motivos ornamentales. Manuel Calvo introduce sutiles tramas y delicadas texturas en sus obras, inundadas no pocas veces de una miríada de signos abstractos que en ocasiones semejan estampaciones de tejidos. Andreas Nordström, por su parte, usa para sus paisajes abstractos tejidos industriales sobre los que imprime con procedimientos tradicionales, como la aguatinta al azúcar. ©Enrique Castaños Alés Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 4 de noviembre de 2000
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