Del sentimiento de lo primitivo

Pintura. Margaret Harris.

Sala de arte del Ayuntamiento de Nerja. Hasta el 29 de abril de 2005.

Esta nueva exposición de Margaret Harris (Portsmouth, Reino Unido, 1955) viene a incidir en las dos principales constantes de su obra de los últimos años. Por un lado, su exquisito sentido de lo decorativo, del ornamento sencillo y vinculado a una estética de lo primitivo; de otro lado, la pobreza y humildad de los materiales empleados, Obra de Margaret Harrisespecialmente de los soportes. Ella nunca ha negado la influencia de algunos pueblos de África del Sur en su obra: el sentido del ritmo, el gusto por lo geométrico, la tendencia abstracta. Ésta última opera en Margaret como una síntesis, una síntesis entre su espíritu y la naturaleza. La naturaleza está presente de un modo sutil, estrictamente poético, como una evocación lejana. Pero también es verdad que hace ya mucho tiempo que en su obra el recuerdo de la distante África se ha fundido con las tierras de la Axarquía donde vive, con el azul del Mediterráneo, con la luz cegadora de las costas de Málaga, una luz que ella convierte en los dorados de sus cuadros, de los que tampoco puede excluirse un significado simbólico.

En ese sentido, la pieza más representativa de la muestra es un gran tríptico titulado Romance de otoño, cada uno de cuyos paneles es un cuadrado de 1 metro de lado. El turquesa y el azul de los paneles laterales, aplicados los colores como si se tratase de la superficie cambiante del mar, están rodeados en sus bordes por una orla que semeja las olas, hecha de diminutos puntos dorados. En el panel central, pintado de rojo, una inmensa malla o red a modo de tela de araña lo cubre todo, haciendo más tenue la visión del campo rojo, salpicado de azul. Si la imagen se refiere a una tela de araña, la forma radiada de la tela simbolizaría el sol que segrega sus rayos, como la araña sus hilos. Si, por el contrario, la imagen aludiese a una red, quizás podría significar algo relacionado con los complejos que traban la vida interior y exterior y cuyas mallas es tan difícil desenredar y desatar.

 

© Enrique Castaños Alés

Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 29 de abril de 2005