Poética de los materiales de desecho

Objetos y vídeo. Janelle Iglesias. Flight of the forgotten.

Galería Isabel Hurley. Málaga. Paseo de Reding, 39. Hasta el 27 de marzo de 2010.

 

 

 

En esta primera exposición en España de la artista norteamericana Janelle Iglesias (Nueva York, 1980), se pone claramente de relieve uno de los métodos fundamentales de trabajo que la distinguen: realizar determinadas piezas de la muestra a partir de las experiencias, emociones y sentimientos que le depara el lugar geográfico concreto en el que se encuentra residiendo temporalmente, en este caso Málaga, donde, sobre todo, ha recogido múltiples materiales de desecho en la propia ciudad para realizar la obra más representativa de Janelle Iglesias. Objeto escultórico de su exposición en Málaga. 2010. la exposición, una escultura, o, mejor dicho, un objeto de gran tamaño que pende del techo de la habitación. El azul intenso del cielo de Málaga, que también le ha impresionado, ha sido recreado a partir de recortes de tarjetas postales que han sido pegados en la parte más alta de un lienzo de pared de la galería, al borde mismo del plano del techo, situando delante de esos suvenires intervenidos una nube hecha con envoltorio plástico de burbujitas aplastado de manera irregular, que también cuelga del techo, y que alude a las abundantes lluvias que han recibido a la autora en su visita a la ciudad.

La filiación espiritual de Janelle Iglesias es neodadaísta, aunque en los pequeños objetos que coloca en una repisa o sostenidos en la pared, en los que, además de objetos de desecho metálicos y cerámicos convenientemente fusionados, los elementos principales son conchas y moluscos marinos, se advierte la influencia de la poética surrealista e incluso del Nuevo Realismo francés de los años cincuenta y sesenta. Es importante subrayar que el neodadaísmo de Iglesias no tiene nada que ver con la subtendencia denominada Funk Art, cuyo máximo exponente fue Ed Kienholz, pues aunque el de éste es una especie de arte de «assemblage» y utiliza materiales de desecho, en realidad contiene un espíritu canalla y demoledor, antiartístico, que en el fondo aboga por la destrucción de la escultura y del objeto artístico. La poética de Janelle, sin perder de vista la referencia inicial de los assemblages de Robert Rauschenberg, se acerca más a los artefactos de Jean Tinguely, con su espíritu burlón, irónico y desacralizador de la escultura tradicional. Pero el suizo realizaba máquinas, lo que él llamaba Metamecánicas, máquinas inservibles hechas con ruedas, bicicletas, motores viejos y todo tipo de engranajes que enfatizaban su inutilidad. No es el caso de Janelle.

La magnífica pieza central de Janelle en esta exposición, uno de los mejores objetos artísticos vistos en Málaga en mucho tiempo, está hecha de todo eso y también de paraguas, cañas de pescar, ramas de árboles (hay una lejana evocación del austriaco Adolfo Schlosser en toda la muestra) y otros materiales, ensamblándolo todo de tal manera que el resultado es sencillamente de una belleza y de una potencia plástica, a pesar de su fragilidad y carácter inservible, deslumbrantes. Se esconde aquí algo del espíritu que animaba al filósofo francés Gaston Bachelard, cuyo libro La poética del espacio ha dejado una huella indeleble en la autora, especialmente las alusiones simbólicas que hace de la casa y de la concha como material que forma la Naturaleza, y que en el caso de Janelle Iglesias recoge de la playa, reuniendo así en sus objetos la creación natural y los desechos de la propia civilización.

© Enrique Castaños

Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 27 de febrero de 2010