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El carácter imprevisible de lo cotidiano Pintura. Svetlana Kalachnik. De lo invisible... Galería Henarte. Málaga. C/ Comandante Benítez, 7. Hasta el 17 de marzo de 2007. El mundo figurativo de la pintora Svetlana Kalachnik (Vorónezh, Rusia, 1975) está determinado por el asombro y la admiración hacia estas tierras del Sur, inundadas por la luz, bañadas por un mar azul y tranquilo, animadas por el parloteo incesante de sus gentes. El bullicio, la extraordinaria variedad cromática de la naturaleza y de las cosas, las costumbres indolentes de los lugareños, todo eso es lo que plasma Svetlana en sus cuadros, pintados con gozo, con indiscutible disfrute de lo que está haciendo. Pero lo que más llama la atención de sus composiciones es el sinnúmero y multitud de objetos, cosas y personas que las pueblan, cada una entregada a su quehacer cotidiano, a su actividad diaria, o, simplemente, a gozar placenteramente de la existencia. La viveza de los colores les concede a estos óleos una particular riqueza visual, que, sin embargo, permite detectar de inmediato la concesión de la autora a la estética surreal y fantástica. De ahí los animales con cabeza humana que parecen que están vivos sobre una mesa con variadas viandas, o las diferencias de escala entre unos personajes y otros o los objetos que les rodean, o la presencia insólita de seres imaginarios, como sirenas y duendes. En cualquier caso se trata de un microcosmos amable, en el que lo mismo se nos muestra a los extranjeros solazándose en el Paseo marítimo de Pedregalejo, que se nos invita a contemplar el interior de unos baños árabes o una fiesta flamenca. Pero en todos ellos se advierte una atmósfera y unas luces irreales, en cierto modo fantásticas e imaginarias, pues lo que a Svetlana Kalachnik le interesa no es tanto documentar la realidad cuanto filtrarla por su experiencia personal y los tamices de su imaginación, desvelándonos, al fin y al cabo, un mundo de sueños y de desbordante ilusión. © Enrique Castaños Alés
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