Construir las emociones

Pintura. Chema Lumbreras.

Galería Alfredo Viñas. Málaga. C/ José Denis Belgrano, 19. Hasta el 17 de noviembre de 1998.

 

Chema Lumbreras. " Se oyeron voces en la montaña", 1998. Óleo y acrílico sobre lienzo. 162 x 130 cms.La eficaz insistencia con que en los noventa Chema Lumbreras (Málaga, 1957) ha explorado indistintamente, disolviendo a veces los límites convencionales que se les atribuyen y en función siempre de las ocasionales necesidades expresivas, los cada vez más intercomunicados territorios de la pintura, la forma escultórica y la instalación, así como la desinhibida propensión a usar de manera simultánea recursos lingüísticos heterogéneos, desde el surrealismo, el pop y la figuración simbólica hasta el conceptual, sin olvidar la inspiración que encuentra en la estética de cierta fotografía etnológica y en los procedimientos narrativos del cómic y el cine, lo consolidan sin duda como uno de los artistas andaluces más eclécticos y versátiles de su generación.

Nada mejor para confirmarlo que esta individual de obra última, donde se zambulle de lleno en su quizá más ininterrumpida pasión, la pintura, pero en la que, significativamente, parte de un cuadro de sentido polisémico, Medusa, que en realidad es una instalación anterior trasladada ahora al lienzo. Las dos siguientes composiciones vendrían a ser algo así como una reflexión neorromántica sobre el universo de las cosas, aunque su posición privilegiada en el conjunto, en cuanto vías de transición que conducen al núcleo de la muestra, deriva primordialmente de la atención prestada a la construcción del espacio y de las soluciones ofrecidas en su ejecución técnica, entregada ahora en los fondos a los intensos arrebatos de la improvisación y de la abstracción lírica. Resguardado así en la consistencia que proporcionan las líneas del dibujo y la perspectiva, Chema Lumbreras se adentra con suficientes garantías en la caótica, resbaladiza y vasta provincia de las emociones y la memoria autobiográfica, permitiéndose un nutrido repertorio de viejas y nuevas licencias: ironía escéptica, humor exento de malicia, desenfadados juegos cromáticos, inesperados cambios de perspectiva en un mismo plano y arbitrario empleo de las leyes físicas que rigen el mundo de los objetos.

©Enrique Castaños Alés

Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 3 de noviembre de 1998