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La historia del arte como archivo de imágenes Pintura. Xisco Mensua. Galería Alfredo Viñas. Málaga. C/ José Denis Belgrano, 19. Hasta el 29 de febrero de 2008.
La producción reciente de Xisco Mensua (Barcelona, 1960) continúa la investigación emprendida hace años acerca de la importancia del dibujo en la pintura, pero ahora toma la historia del arte como archivo de imágenes que van a servirle de pretexto para reflexionar visualmente sobre el proceso de elaboración de la imagen representada, desde que por primera vez acude al pensamiento o es retenida por el cerebro a través de la percepción, hasta que finalmente es materializada en el papel o en el lienzo. Los niveles de aproximación que explora Mensua son básicamente tres. En primer lugar, hay un conjunto de obras en las que pega en el lienzo una reproducción fotográfica de una obra artística famosa, y al lado, a mucho mayor tamaño, hace una interpretación libre de la estructura compositiva y de las posturas de las figuras en otras de aspecto actual, a modo de reflejo visual de la obra original. Este primer nivel interpretativo lo encontramos en aquellos lienzos en los que inserta reproducciones en blanco y negro de la escultura de La Noche de Miguel Ángel, del fresco de la expulsión del Paraíso de Masaccio en la capilla Brancacci o del cuadro de Venus, Marte y Vulcano de Tintoretto. Dentro de este nivel, el eco visual tiende a veces a disolverse, a diluirse, y otras, en cambio, se acentúa, es decir, la información sígnica e icónica es muy grande. En un segundo nivel de análisis, Mensua permuta aquellas vulgares reproducciones por pequeñas copias de su propia mano, pero en este caso el reflejo de la obra copiada es un trasunto de las actitudes corporales de los personajes, sin excluir una cierta dimensión irónica. Es lo que hace en dos cuadros, en uno de los cuales el referente icónico es el grupo escultórico de Los burgueses de Calais de Rodin y en el otro El éxtasis de Santa Teresa de Bernini. En este último, sin embargo, hay una cierta intención paródica un tanto incongruente. Por último, el tercer nivel supone la introducción directa en el lienzo del mecanismo de la memoria visual, que es lo que hace en una de las piezas más logradas de la exposición, Museo del Prado, donde muy acertadamente combina fragmentos que han permanecido en su memoria de obras memorables con apuntes basados en la cotidianidad del Museo, por ejemplo los visitantes descansando.
© Enrique Castaños Alés Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 21 de febrero de 2008
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