|
Intersticios de la realidad Fotografía y vídeo. Mireya Masó. Centro de Arte Contemporáneo. Málaga. C/ Alemania, s/n. Hasta el 30 de mayo de 2003. Las
dos series de fotografías y los tres vídeos que Mireya Masó (Barcelona, 1963)
presenta en esta exposición agrupados bajo el título YKS, que no es más
que la palabra «cielo» escrita al revés en lengua inglesa, constituyen una
reflexiva exploración acerca de los límites entre la naturaleza y la técnica,
entre la realidad todavía no dominada por el hombre y la profunda transformación
operada por los humanos en el medio en el que vive, pero sin aseveraciones categóricas,
sin afirmaciones contundentes, sino dejando que la realidad muestre su lado más
ambiguo, más indiferenciado, aquel donde se interpenetran y contaminan los
seres y las cosas, aquel donde la realidad se esconde, oculta su rostro o nos
muestra su lado más invisible. Dice
Mireya que prefiere trabajar con las huellas de las acciones de los hombres más
que representar directamente al sujeto humano, decisión que evita sin duda
condicionamientos a su trabajo. Un buen ejemplo es la serie fotográfica Pensamientos
(cosas) que realmente queremos ver, en donde vemos lomos de caballos
fotografiados desde muy cerca, de tal modo que su perfil se recorta sobre el
cielo semejando suaves y onduladas planicies. Pero ese mismo cielo está
atravesado por líneas diagonales que no son más que las estelas dejadas por
los aviones: ¿metáfora del efecto psíquico que ejerce en nosotros la planicie
holandesa, tan intervenida por el hombre, tan alterada y modificada? La misma espera lenta, idéntica observación prolongada y atenta de la naturaleza, hasta captar el motivo que busca y persigue, es la que encontramos en el vídeo Ojos y oídos, donde analiza las correlaciones entre la danza de los pavos reales, esos animales de tan espléndidas alas que, sin embargo, no pueden volar, y el paso de los aviones por el cielo: ¿metáfora de la impotencia, de la imposibilidad de nuestros deseos? Mireya nos quiere decir muy probablemente que no hay respuestas, que incluso a ella no le interesan, ya que lo decisivo es ese viaje iniciático en busca de una nueva espiritualidad. © Enrique Castaños Alés Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 30 de mayo de 2003
|