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Redefinición y redimensión del espacio Pintura. Lourdes Murillo. Redimensión II. Galería Alfredo Viñas. Málaga. C/ José Denis Belgrano, 19. Hasta el 23 de abril de 2007.
Entre las intervenciones más temblorosas poéticamente y abiertas intelectualmente de Lourdes Murillo (Badajoz, 1964), hay que mencionar la que tuvo lugar en la iglesia del convento de San Benito en Alcántara, en la provincia de Cáceres, hace dos años, una sutilísima, silenciosa y elegante instalación que consistía en colgar de los sobrios y desnudos muros de piedra de esta espléndida construcción gótica, rollos de papel perforado que antiguamente leían los organillos y las pianolas para reproducir música de manera mecánica. Había ya allí una concepción nueva acerca del espacio arquitectónico, redefiniéndolo y redimensionándolo en conexión con la memoria personal y la historia. Ahora, en su muestra de Málaga, de nuevo vuelve Lourdes Murillo al vocabulario de la arquitectura y al concepto de redefinición de un edificio. En estas pinturas, una suerte de colección de redes o de mallas de distintos signos, lo que parece interesarle es el juego que consiste en que algo se vea y no se vea al mismo tiempo. Pero también se ha producido en su obra una evolución con respecto al garabato visible en trabajos anteriores, que se ha transformado, como decimos, en una red que alude indirectamente a internet, la red de redes en la que todos estamos apresados. Las interpretaciones de estos cuadros, pues, podrían oscilar entre lo anecdótico y lo muy filosófico o muy intelectual. Entre todos los cuadros destaca uno, cuadrado y de fondo oscuro, en el que ha embadurnado una red para pájaros y la ha «impreso» sobre la tela como si se tratase de un monotipo. Es la expresión metafórica de la tupida red que nos atenaza, que amenaza nuestra libertad. Y ése parece ser hoy, en Occidente, el signo de los tiempos.
© Enrique Castaños Alés
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