Vittorio Criscuolo. «Napoleón y España», capítulo 8º de su libro Napoleón. Madrid, Alianza, 2000. Traducción de Ángel Sánchez-Gijón.

Claudette Dérozier. «La crisis política de marzo-mayo de 1808», en La época de la Ilustración. El Estado y la cultura (1759 - 1808).  Historia de España Menéndez Pidal, Madrid, Espasa Calpe, 1996, tomo XXXI, volumen I, páginas 963-1000.

 

[Los dos estilos de letra sirven para diferenciar las aportaciones de uno y otro autor]

 

·        Noviembre de 1792 → Godoy llega al poder.

·        7 de marzo de 1793 → la Convención declara la guerra a España. Esta empresa le granjeó a Godoy la adhesión de la nación.

·        22 de julio de 1795 → Paz de Basilea entre España y Francia (ésta se retira de los territorios ocupados en la Península y consigue la cesión de la parte española de la isla de Santo Domingo). Por ella consigue Godoy el título de «Príncipe de la Paz». Terminada la guerra, Godoy se encuentra cada vez con menos apoyos. Ni siquiera un tímido programa de reformas de corte ilustrado consiguió que fuera aceptado por restringidas capas de la sociedad.

·        El entendimiento de España con Francia se vio favorecido no sólo por el resentimiento hacia Inglaterra sino sobre todo por los intereses italianos de la Corona española (ducado de Parma).

·        13 de agosto de 1796 → las victorias de Bonaparte en Italia favorecen la firma del Tratado de San Ildefonso entre España y Francia (colaborar en la guerra y no firmar ninguna paz por separado con Inglaterra). La alianza con Francia no sólo no ofrece mejoras inmediatas visibles para España, sino que la está perjudicando: no se produce el engrandecimiento prometido del ducado de Parma y los ingleses derrotan a la flota española en el cabo de San Vicente (14 de febrero de 1797). Pérdida de la isla de Trinidad. Godoy se muestra ambiguo y niega la cooperación española en una acción de Francia contra Portugal.

·        Desde 1793, pero sobre todo desde la firma del Tratado de San Ildefonso, la política de Portugal respecto a Francia e Inglaterra se mueve en el filo de la navaja. No puede romper con Inglaterra puesto que depende en gran parte de ella económicamente; de otro lado, Francia quiere evitar a toda costa que sirva de punto de apoyo a la flota británica. Después de un intento infructuoso de acuerdo con el Directorio por parte del gobierno de Lisboa, Francia decide en diciembre de 1797 enviar un cuerpo expedicionario a Portugal. Godoy obstaculiza estos preparativos, enemistándolo con el Directorio y debilitando su posición.

·        Primavera de 1798 – diciembre de 1800 → Godoy es apartado del poder. Esta salida no modifica sustancialmente las relaciones España – Francia. Lo que sí que las cambia es el golpe del 18 Brumario (1799). Entre 1797 y 1799 el canónigo Juan Escoiquiz se convierte en preceptor del Príncipe de Asturias, erigiéndose más adelante en jefe del partido fernandino y principal enemigo de Godoy. La vuelta de éste al poder en 1800, sin embargo, no aceleró el proceso en contra suya de la oposición, entre otra razones porque el partido fernandino carecía de programa político. Durante el período que precede al motín de Aranjuez, el partido fernandino se vale de medios descalificadores hacia Godoy como la sátira y la caricatura, que, sin embargo, debido al control que ejercen los espías del valido, sólo pueden ver círculos opositores muy reducidos.

·        España entraba en las consideraciones políticas de Napoleón por tres razones: por el papel que desempeñaba en Italia, por su poderío naval y por sus posibilidades financieras.

·        1 de octubre de 1800 → Segundo Tratado de San Ildefonso, propiciado por la victoria de Marengo. España se comprometía a incrementar su ayuda naval y ceder a Francia la Luisiana a cambio de un aumento de las posesiones del duque de Parma.

·        La cuestión de Parma se resuelve a la muerte del duque Fernando, el 9 de octubre de 1802. A su hijo Luis se le entregaron la Toscana y los Presidios (reino de Etruria). Francia conseguía a cambio los ducados de Parma y Piacenza, el puerto de La Spezia, la isla de Elba y la Luisiana. Peligrosa vinculación entre los Borbones españoles y Napoleón.

·        Convenio de Madrid (29 de enero de 1801) → Francia y España se ponen de acuerdo en las condiciones de paz que se impondrán a Portugal.

·        1801 (mayo) → Guerra de las Naranjas entre España y Portugal, tan corta que no llegó a intervenir el cuerpo expedicionario francés. Godoy reduce la acción militar al máximo posible. El Tratado de Badajoz irritó a Napoleón, ya que no pudo ocupar parte del territorio portugués.

·        25 de marzo de 1802 → Paz de Amiens (Napoleón se venga y no consulta a España → cede a Inglaterra la isla de la Trinidad a cambio de la devolución de Menorca).

·        1803 (mayo) → se rompen las hostilidades entre Francia e Inglaterra. Napoleón presiona a España, que se mantiene neutral.

·        21 de octubre de 1803 → España firma el Tratado de Subsidios (pago de ingentes sumas a cambio de no entrar en la guerra). No obstante, Inglaterra adoptó una decidida hostilidad hacia España.

·        1804 (diciembre) → España se ve obligada a declarar la guerra a Inglaterra. Cambio de la política de Godoy: sacrificio de los intereses vitales del país por los suyos y acercamiento a Francia (cuyas presiones había resistido hasta entonces). Madura en su cabeza el proyecto de una intervención militar en Portugal, a fin de conseguir allí un principado. A partir de 1804 el partido fernandino enemigo de Godoy se organiza con alguna mayor eficacia.

·        21 de octubre de 1805 → Trafalgar: golpe a la política de Godoy.

·        1806 (verano) → Godoy establece contactos secretos con Inglaterra, Prusia y Rusia para entrar en la Cuarta Coalición contra Francia.

·        6 de octubre de 1806 → Godoy lanza una proclama a la nación que causó muy mala impresión en el emperador. Godoy está atado de pies y manos cada vez más: Napoleón consigue de él todo lo que le pide. A finales de 1806, los fernandistas, una vez muerta esposa napolitana del Príncipe de Asturias, inician una aproximación hacia Francia.

·        Tratado de Tilsit (junio 1807) → después de él (libre de preocupaciones en el frente oriental) se produce el primer viraje de la política de Napoleón respecto a la Península Ibérica. Lisboa debe aceptar determinadas condiciones para evitar el ataque francés. Portugal se encuentra entre la espada y la pared y, a pesar del hábil doble juego de Araújo de Azevedo, Napoleón finalmente se decide por la intervención militar.

·        18 de octubre de 1807 → un cuerpo expedicionario francés al mando de Junot cruza la frontera española en dirección a Portugal.

·        27 de octubre de 1807 → Tratado de Fontainebleau: Francia se anexiona el reino de Etruria. Como compensación, la reina de Etruria (María Luisa, hija de Carlos IV) recibiría la zona norte de Portugal. El Algarve sería para Godoy. Ese mismo día de la firma del Tratado tiene lugar el proceso de El Escorial, que abre una crisis política en Madrid que involucra incluso a Napoleón. Se trató de una conspiración del partido fernandino por hacerse con el poder (pretendían, con el apoyo del embajador francés, François de Beauharnais, casar al heredero con una prima de la emperatriz Josefina, operación que, evidentemente, no pudo hacerse a espaldas del emperador), descubierta por Godoy, quien, sin embargo, no pudo golpear a sus enemigos, con lo que se debilitó más su posición.

·        30 de noviembre de 1807 → Junot entra en Lisboa. La rapidez con que se suceden los acontecimientos deja obsoleto el Tratado de Fontainebleau. El proceso de El Escorial origina el segundo viraje de la política de Napoleón: se plantea seriamente intervenir en la situación española. El numeroso contingente francés que, al mando de Murat (desde febrero de 1808), entró en España entre diciembre de 1807 y la primavera de 1808 bajo el pretexto de cubrir la retaguardia de Junot, tenía como propósito invadir la totalidad de la Península. Napoleón, no obstante, no tiene todavía decidido qué línea tomar respecto a España. La ocasión se la ofrece el

·        Motín de Aranjuez (19 de marzo de 1808): saqueo de la casa de Godoy. Caída del favorito. Una de las causas que explican que a Godoy no le ocurriese nada, habiéndose encontrado solo al menos en dos ocasiones por la tarde del día 18, es que Napoleón quiera conservarlo con vida en la complicada partida que se está jugando, ya que, al ser el fermento de la discordia, debía ayudarle a eliminar a los contrincantes. 19 por la mañana: Godoy es encontrado. 19 por la tarde: abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando (aquí termina el plan del partido fernandino, que carecía de programa político). Murat, intuyendo sagazmente las intenciones del emperador, no reconoce esta renuncia. El 24 de marzo, Fernando hace su entrada en Madrid. Desde ese momento hasta su salida para Bayona el 10 de abril, no hace otra cosa que esperar la llegada de Napoleón para que lo confirme y sancione su ascensión al trono como supremo árbitro de la política europea. Ése fue uno de sus principales errores: no buscar el respaldo de las Cortes, desarmando así a Napoleón. Viendo que éste no se persona en Madrid, emprende acompañado por Escoiquiz un precipitado viaje en el que, hasta la frontera de Irún, es constantemente aclamado por su pueblo. Este viaje sólo puede entenderse como una suma de ambición y deseo de reconocimiento rápido por el emperador.

·        27 de marzo de 1808 → primera prueba escrita del proyecto napoleónico de arrebatarle la Corona a los Borbones españoles (carta a su hermano Luis ofreciéndosela).

·        Progresivo empeoramiento de la relación entre el pueblo español y el ejército napoleónico durante el mes de abril. El 20 llega Fernando VII a Bayona, en donde desde el 16 está Napoleón. Éste no toma ninguna decisión hasta la llegada de Carlos IV y María Luisa. El 1 de mayo Fernando escribió una renuncia limitada por cinco condiciones, entre ellas que las Cortes debían refrendar esa decisión.

·         2 de mayo de 1808 → sublevación del pueblo de Madrid.

·        4 (5 según Dérozier) de mayo de 1808 → se consuma en Bayona el drama de la familia real española. Fernando le devuelve la Corona a su padre (gracias a la presión ejercida por Napoleón sobre Carlos IV, engañándolo respecto a los sucesos madrileños del día 2 y haciéndole creer que se trataba de un nuevo levantamiento del partido fernandino. Carlos IV conmina a su hijo y acaba con la resistencia que había opuesto hasta entonces). Al día siguiente (6 según Dérozier), Carlos IV pone la Corona en manos de Napoleón, quien se la entrega a su hermano José.