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El objeto como referencialidad Fotografía. Óscar Pérez. Proyecto Aguadulce. Centro Cultural Provincial. Málaga. C/ Ollerías, s/n. Hasta el 27 de octubre de 2006. Óscar
Pérez (Córdoba, 1968) lleva casi tres años dedicándose intensamente a
investigar en una línea que se aproxima tanto al «land art» como al arte
conceptual. De hecho, en los años sesenta, el
land art, que puede considerarse como la culminación del arte povera
y del arte ecológico, abre la vía hacia el conceptual. Y esto lo sabe
perfectamente Óscar Pérez, que actualiza, basándose en elementos del paisaje
de su propio entorno, algunos de los conceptos más sesudos de la neovanguardia,
provocando una reflexión sobre los mismos. El land art, de algún modo,
había quebrado la polaridad arte-naturaleza, usando esta última de una manera
metafórica. Muchas actuaciones y obras de esta tendencia eran por su propia
definición efímeras, con lo que desaparecía la noción de perennidad. Pero,
otras veces, el artista quería dejar constancia de su actividad, sobre todo
cuando se plantea su relación con el gran público. Por eso la fotografía ha
terminado siendo uno de los auxiliares fundamentales de la tendencia, pues
permitía mostrar en la galería lo que se había llevado a cabo. Pero la
fotografía es un arma de doble filo. Por un lado, reduce la dimensión física
de las obras; por otro, amplía el aspecto mental, conceptual. Estamos, por
tanto, ante productos con vocación «metalingüística», esto es, que no se
reducen a la mera presencia física de la obra. En
2003, que es cuando se puede datar su incursión en este tipo de proyectos, Óscar
Pérez parafrasea con la obra Wood actuaciones del grupo Ant Farm, y,
sobre todo, reflexiona acerca de la célebre pieza Running Fence, de
Christo y Jeanne-Claude, de mediados los setenta. En Agua sobre arena,
del mismo año, el artista dialoga de nuevo en las playas del Rincón de la
Victoria con el emblemático Muelle en espiral de Robert Smithson, obra
canónica del land art. En 2004 fue el proyecto Arcadia, con una
intervención en la que usaba piezas de metacrilato, ajenas al lugar donde se
disponían. Pero al año siguiente, en 2005, por primera vez Óscar Pérez, con
el proyecto El Hades, del que dimos cuenta en estas páginas, se plantea
su análisis sobre el land art como una apropiación y no como una
intervención directa sobre el paisaje. Esto mismo es lo que ha continuado
haciendo con su último proyecto, Aguadulce, en el que fotografía todo
tipo de canales, tuberías, conducciones de agua, aljibes y otras construcciones
realizadas por el hombre en el mencionado municipio de la Axarquía malagueña,
obligando al espectador a que piense sobre un bien escaso y esencial, el agua,
que la mayoría de las veces se desperdicia por la falta de mantenimiento de las
canalizaciones de regadío. Óscar Pérez, además, fija su mirada en estas
muestras de arqueología industrial, haciendo del objeto fotografiado la propia
referencialidad de la obra expuesta. Piezas, por tanto, donde el land art
y el arte conceptual se interrelacionan en un fructífero diálogo. © Enrique Castaños Alés Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 6 de octubre de 2006
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