Paisajes urbanos

Grabado. Águeda de la Pisa. Cielo habitado.

Museo del Grabado Español Contemporáneo. C/ Hospital Bazán, s/n. Marbella. Hasta el 3 de noviembre de 2006.

Formada primero, en la segunda mitad de los cincuenta, con Eugenio Ramos Sanz en Valladolid, y posteriormente, con Eduardo Peña en Madrid, ciudad en la que también asiste a varios cursos en la Escuela de Artes y Oficios y en el Círculo de Bellas Artes, Águeda de la Águeda de la Pisa. Obra de la serie "Cielo habitado", 2006. Impresión digital y collagegofrado con polvo de mármol. Papel Somerset 300 gramos. 146 x 112 cm. Pisa (Palencia, 1942) tuvo una corta etapa figurativa, realista y académica, que muy pronto va a ser abandonada en beneficio de una abstracción lírica, delicada y poética, deudora tanto de determinados pintores de la Escuela de Nueva York, sobre todo Rothko, como de algunos abstractos geométricos preocupados por el color, caso de Albers, y de ciertos abstractos españoles, especialmente Sempere y Gustavo Torner, un artista este último con el que comparte hondos criterios estéticos. La depuración progresiva a que se vio sometida la obra de Águeda de la Pisa supuso, naturalmente, la eliminación de cualquier elemento anecdótico que pudiera entorpecer la contemplación pura. Preocupada por las amplias zonas de color que crean atmósferas suaves y transiciones tonales ajenas a cualquier estridencia, la pintura de Águeda de la Pisa también se caracteriza por un equilibrio formal paradójicamente ingrávido y aéreo.

La muestra del Museo de Marbella recoge cerca de treinta grabados realizados entre 1999 y 2006, de los que destacan los pertenecientes a la excelente serie Cielo habitado, un total de once estampas realizadas en impresión digital con collage gofrado que, en contra de la abstracción poética que la distingue, se centra en vistas urbanas dobles, contrapuestas en el papel, y cuyo rasgo distintivo más peculiar es la presencia de delgadas bandas horizontales, propiamente el collage, que, a modo de efecto contrapuntístico, ordena el conjunto y lo dota de un sólido elemento geometrizante. Con un consumado dominio de las nuevas tecnologías aplicadas al campo de la impresión gráfica, aprendidas en buena parte en Venecia de la mano experta de Ricardo Licata en 1996, la conocida pintora castellana nos introduce en un paisaje urbano que no es otro que su particular visión de la ciudad contemporánea desde la ventana-mirador de su estudio madrileño.

© Enrique Castaños Alés

Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 20 de octubre de 2006