La investigación antropológica de Arnulf Rainer

Pintura, dibujo y fotografía. Arnulf Rainer.

Gacma. Málaga. C/ Fidias, 48-50. Hasta el 13 de junio de 2007.

El abandono, hacia finales de los sesenta y principios de los setenta, de los presupuestos neodadaístas por parte del arte de acción, tuvo como consecuencia la mayor atención por parte de los creadores en la percepción y análisis de la realidad circundante a través de la propia experiencia corporal, esto es, tomando el cuerpo propio como campo de experimentación directo. Este nuevo tipo de arte de Fotografía con pigmentos de una de las "Autoexpresiones" de Arnulf Rainer. 1972.acción y procesual, que en realidad abre uno de los caminos más fecundos del arte conceptual, ha tenido dos variantes principales: el llamado «arte de comportamiento» (Behaviour art), caracterizado por la planificación previa y por centrarse en problemas de aprendizaje, y cuyos máximos exponentes han sido Franz Erhard Walter, Bruno Demattio, Keith Arnatt y Ben Vautier, y el «arte del cuerpo» propiamente dicho (Body art), que nace, como ha indicado Simón Marchán, del anterior y que se consagró de algún modo en la documenta de 1972, dedicándosele toda una sección.   

Precisamente Arnulf Rainer (Baden, Austria, 1929), del que ahora se exhibe en Málaga esta pequeña muestra, es uno de los más destacados representantes de la tendencia en su vertiente antropológica, relacionado estrechamente con el accionismo vienés, es decir, fundamentalmente con Hermann Nitsch, Otto Muehl y Rudolf Schwarzkogler, quienes en 1965 constituyeron el Wiener Aktionsgruppe, un modo de reaccionar contra el expresionismo abstracto estadounidense que se inspiraba, como ha señalado Ana María Guasch, en los rituales paganos y cristianos, en las fiestas de carnaval, en el teatro futurista y dadaísta y en el psicoanálisis, especialmente en las teorías y escritos de Sigmund Freud, Carl Jung y Wilhelm Reich.

Después de unos iniciales intereses por la arquitectura y de una aproximación a los presupuestos revolucionarios del surrealismo, que le llevó en 1950 a fundar el Hundsgruppe, Arnulf Rainer atraviesa durante los cincuenta una fase en la que se acerca al expresionismo abstracto, o bien niega la propia pintura, según se desprende de sus Übermalungen, es decir, «pinturas recubiertas», de las que aquí hay algún ejemplo tardío. Su preocupación por el cuerpo es ya de muy principios de los sesenta, y se ha concretado sobre todo en sus célebres Autoexpresiones o Autorrepresentaciones, en las que, como indica Guasch, «a través del estudio de su fisonomía torturada y flagelada, analiza las tensiones de su entorno, para descubrir las personalidades desconocidas que anidan en su subconsciente». Partiendo de experiencias con alucinógenos y del interés por la expresión artística de los enfermos mentales, Rainer tacha con gruesas líneas y trazos negros su rostro fotografiado, según vemos en sus Farce Faces, de 1969-1975, serie de trabajos de la que se han seleccionado algunos ejemplos. En un catálogo de la documenta de 1972, escribió Rainer sobre estas obras lo siguiente: «Quiero reproducirme concentrado. Lo que era, lo que soy, lo que seré. Lo que podría ser… Mi trabajo es una polémica personal del artista para ejemplificar la apertura y ampliación de la persona humana». Y en un artículo publicado en Flash Art en 1973, citado por Marchán, también escribe: «De este modo hago del arte una investigación antropológica… El arte hace posible al hombre un conocimiento más amplio de sí mismo y de las cosas a través del recuerdo de su evolución». La exposición se completa con obras de la serie Virgin Painting, más abierta a la riqueza cromática y al placer de los sentidos.

© Enrique Castaños

Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 11 de mayo de 2007