El deslizamiento del gesto

Pintura. Hans Schnell.

Centro Cultural Provincial. Málaga. C/ Ollerías, 34. Hasta el 23 de febrero de 2007.

Pintor de gesto amplio y seguro, de extensos espacios vacíos, de un color contenido y despojado, Hans Schnell (Munich, 1951) lleva mucho tiempo haciendo una obra que lo relaciona con el expresionismo abstracto americano, aunque su caligrafía plástica es Hans Schnell, "El Velerín", 1998. Grafito, óleo y aceite de linaza sobre papel. 42 x 30 cm.completamente original, producto de la reposada asimilación de las grandes corrientes subjetivistas del siglo pasado. A su pintura se le pueden aplicar las palabras de Adolph Gottlieb y de Mark Rothko en 1943: «El mundo de la imaginación es libre y violentamente opuesto al sentido común», o aquellas en las que afirman la importancia crucial del tema, entendido como lo «trágico intemporal», a diferencia del academicismo, que prescinde del tema con tal de que el cuadro esté bien pintado. Esa consideración esencial del tema es precisamente la que les conduce a mantener una relación espiritual con el arte primitivo y arcaico.

¿Habrá tema más sugestivo, profundo y sincero que las visiones interiores, que las experiencias íntimas traducidas en nuda materia pictórica, en signos artísticos? Así opera Schnell, un pintor que, como él mismo ha dicho en alguna ocasión, reconoce que es el azar el que conduce su mano, estableciendo con el dibujo, con la línea disciplinada y racional del dibujo que configura sus lienzos, un territorio delimitado de referencias personales y secretas, hasta el punto de conectar con la noción de lo sublime.

La exposición recoge obra de los últimos veinticinco años, en los que invariablemente se ha servido del óleo, del grafito y del aceite de linaza, que deja en el lienzo de lino una mancha grasa sobre la que se aplica con gesto más firme trazos y borrones oscuros. Obra volcada hacia el silencio, minimalista en el empleo de los efectos compositivos, su fuerza emana del vértigo compulsivo de la creación. En ocasiones usa el collage, pero de un modo tenue y casi escondido. Signos caligráficos de remota procedencia oriental, huellas, vestigios del mundo de las pasiones y de los sentimientos, recuerdos del paisaje, de encuentros y tratos con los seres humanos, son los temas abstractos de una pintura liberada de las ataduras prosaicas de la cotidianidad y que aspira a la elevación, que busca el reino de lo inmaterial.

© Enrique Castaños Alés

Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 9 de febrero de 2007