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En busca de la propia identidad Fotografía. Christer Strömholm. Sala Alameda. Málaga. C/ Alameda Principal, 19. Hasta el 20 de enero de 2002. Formado artísticamente durante el período
de entreguerras en la escuela de arte de Waldemar Winkler, en Dresde, y junto a
los creadores nórdicos Dick Beer, Otte Sköld e Isaac Grünewald, el fotógrafo
Christer Strömholm (Estocolmo, 1918) ha sido uno de los autores contemporáneos
más preocupados por integrar la fotografía en el mundo del arte. Vinculado a
la llamada «fotografía subjetiva», sobre todo a raíz de su pertenencia a
comienzos del decenio de los cincuenta al grupo alemán Fotoform que dirigía
Otto Steinert, la obra de Strömholm es principalmente la de un atento
observador de la realidad que, a través del objetivo de la cámara, no sólo
persigue conocer a los individuos concretos, sino antes de nada encontrarse a sí
mismo, desentrañar los rasgos ocultos de la propia identidad. Este interés del
fotógrafo sueco por lo individual ya fue subrayado por el crítico Jan-Gunnar
Sjölin, quien señalaba que precisamente la relación de Strömholm con la
imagen surrealista se refiere al aislamiento del objeto, a la separación de éste
de su contexto, a la presentación de las cosas y de las personas ocupando una
posición central en la composición y, al mismo tiempo, manteniendo un halo
separador, un distanciamiento casi aurático con respecto al mundo circundante.
Coincidiendo con esta tesis, el también crítico Anders Marner señalaba en un
artículo publicado en la revista Katalog en 1998, que las conocidas
fotografías de transexuales realizadas por Strömholm en la Place Blanche de París
a finales de los cincuenta y principios de los sesenta, se distancian del
reportaje documental en cuanto que inciden en destacar los aspectos de contenido
individual, presentando a los transexuales por separado, aisladamente, aunque
ocultando algunas de las cualidades de una personalidad escindida. La
completa exposición antológica que se presenta ahora en Málaga, organizada
por la Fundación «la Caixa», recoge los principales temas que le han
interesado a lo largo de su dilatada carrera, básicamente centrados en la
figura humana, no diluida en el grupo, sino con sus peculiaridades y rasgos
específicos. Entre las piezas exhibidas, abundan las realizadas en diferentes
ciudades de España, país con el que Strömholm ha tenido una fecunda y
apasionada relación que comenzó en plena Guerra Civil y cuya mayor intensidad
tuvo lugar entre 1958-60. Una de las más bellas y emotivas es la titulada Barcelona,
1959, espléndido retrato de una chiquilla pobre y harapienta de la calle,
en el que, junto a la indiscutible preocupación social que desprende,
advertimos la tristeza de un rostro infantil que mira con penetrantes y
candorosos ojos al espectador, con un amago casi imperceptible de sonrisa que
encierra una infinita incapacidad para poder comprender la desigualdad e
injusticia del mundo. ©Enrique Castaños Alés Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 7 de enero de 2002
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