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Los espacios en construcción de Adrian Tyler Fotografía. Adrian Tyler. Galería Javier Marín. Málaga. C/ Duquesa de Parcent, 12. Hasta el 12 de junio de 2004. Adrian
Tyler (Londres, 1963), al que recientemente se le encargaron las fotografías
que debían ilustrar el libro conmemorativo de los primeros diez años del Museo
Thyssen-Bornemisza, y cuyo resultado es una obra llena de exquisitez, contención
y elegancia, realizó hace dos temporadas una muestra individual en la que se
incluían algunas de las claves que vemos consolidarse en esta individual de Málaga.
Exponía entonces Tyler en Bilbao una serie de fotografía hechas en las frías
tierras del norte de Escocia, imágenes donde el motivo principal eran pequeñas
casetas y caravanas, situadas generalmente en el centro de la composición y
rodeadas de una naturaleza deshabitada y áspera. Como en algunas fotografías
de puertas semiabandonadas que suele exhibir junto a sus pinturas abstractas
Sean Scully, también aquí era interesante observar la desnudez y pobreza de
los materiales, así como el contraste de texturas entre la construcción
artificial y la realidad natural, estando, por lo demás, bastante equilibradas
desde el punto de vista cromático, donde predominaban los naranjas, turquesas,
rojos, verdes y azules. Las fotografías actuales están hechas en polígonos industriales de los alrededores de Madrid, y casi siempre el artista selecciona fragmentos de una construcción prefabricada, tapias, vallas, naves industriales, pero ahora la sensación de desolación y de vacío es mucho mayor que en las fotografías de Escocia, porque echamos en falta la presencia humana, la utilidad y función de esas edificaciones. Sin que podamos saber exactamente la longitud de esos muros, en qué lugar empiezan y en qué sitio acaban, sin que podamos certificar si terminarán de erigirse esas construcciones, sin que sepamos si realmente alguien atraviesa esas puertas y cancelas completamente cerradas, las imágenes de Tyler podrían interpretarse como metáforas de la soledad, aunque no debemos hurtarles su intención estrictamente visual de acotar un segmento de la realidad, de una realidad prefabricada y provisional, y ofrecerlo en toda su pureza, en toda su pobreza arquitectónica, pero, por eso mismo, carente de retórica alguna. © Enrique Castaños Alés Publicado originalmente en el diario Sur de Málaga el 4 de junio de 2004
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