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Entre la materia y el vacío Escultura. Antonio Yesa. Sociedad Económica de Amigos del País. Málaga. Plaza de la Constitución, 7. Hasta el 3 de junio de 1999. Aunque gozan de vida propia y su autor las ha dotado de plena autonomía, las esculturas de tamaño relativamente grande de Antonio Yesa (Arcos de la Frontera, 1952), como las que ahora se muestran en esta exposición, difícilmente pueden entenderse, tanto desde el punto de vista de los materiales empleados, de su elaboración conceptual y de su hipotético significado simbólico, al margen de esas pequeñas piezas escultóricas en las que el artista viene trabajando de manera ininterrumpida desde mediados los ochenta. Exhibidas en diferentes ocasiones desde entonces, esas esculturas de reducido formato, realizadas al principio con cobre y latón y después con hierro, alambre, acero inoxidable y madera, son un verdadero laboratorio de ideas donde se refleja la íntima inclinación de Yesa por el trabajo artesano y la experimentación. En ellas, cuya poética apariencia minimalista a un tiempo frágil y transparente convive sin embargo con una sólida y rotunda vocación monumental, late siempre un renovado espíritu investigador por la forma tridimensional interpenetrable, atravesada y horadada por huecos y vacíos en permanente relación dialéctica con el espacio que la circunda. Las
obras aquí expuestas, realizadas principalmente en hierro y madera a los que en
algunos casos se les han anexionado fragmentos de poliestireno y de fibra
aislante, prolongan y profundizan la investigación formal y espacial llevada a
cabo en 1994 en la serie de los Módulos
y en 1995 en los Ambientes penetrados,
aunque incidiendo complementariamente en los significados simbólicos. En la que
quizá sea la pieza más lograda de la muestra, de una hermosa y limpia frialdad
minimalista, se produce la disgregación entre los elementos a través de un
trozo de fibra inmaculadamente blanca que semeja un campo helado. En otra, una
suerte de armario imposible, asistimos al tenso equilibrio entre los elementos,
que sirven de marco para el desarrollo del concepto de inutilidad. Pero también
las hay en las que las referencias simbólicas y conceptuales son mucho más
explícitas, caso de Los pasos de la
incertidumbre, articulada en torno al umbral como concepto vital y espacial,
y de La casa roja, una sutil reflexión
de hondo contenido social sobre el poder y las instituciones autoritarias que
hostigan a la comunidad. ©Enrique Castaños Alés
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